Don Diego y don Mendo llegan a Madrid requeridos por Don Tello su tío, para tomar como esposas a sus primas doña Inés y doña Leonor.Don Juan, enamorado de Inés se entera de los proyectos de don Tello de casar a su hija con su sobrino don Diego, un rival estúpido fanfarrón y petulante. Con la ayuda de Mosquita, su amiga y confidente tejen un enredo para que el Lindo rechace a doña Inés por emparentar con una rica condesa viuda, interpretada con maestría por el simpar Codorniz criado y transformista amigo de la pareja. La obra acaba con un final feliz con boda incluida, muy al gusto de la época, y un ridículo don Diego castigado y humillado ante toda la concurrencia.